La democracia electoral en Hidalgo. ¿Transformación o permanencia?

Nos preguntamos si la alternancia política que se ha dado a nivel de presidencia de la República, así como el cambio de un sistema político con partido hegemónico a uno pluralista a nivel federal, se ha producido también en Hidalgo. Es decir si en este Estado, como ha sucedido en otros, ha habido cambios en cuanto al partido que gobierna la Entidad al tener la gubernatura y la mayoría de curules en el Congreso Local. Constatamos con datos que esto no se ha dado en Hidalgo donde sigue existiendo un partido hegemónico a nivel estatal, aunque a nivel municipal sí se ha dado la alternancia y ayuntamientos pluralistas. Nos preguntamos entonces sobre las condiciones estructurales y de ciudadanía que hicieron posible la permanencia del Partido Revolucionario Institucional PRI como primera fuerza del Estado por más de 80 años. En este sentido vemos en primer lugar el comportamiento electoral de los hidalguenses en distinto tipo de elecciones en un periodo que va de 1994 a 2012, constatando que las preferencias agregadas cambian en los distintos ámbitos de elecciones federal estatal y municipal existiendo solo homogeneidad y permanencia en las estatales. Como posibles respuestas a esta homogeneidad y permanencia que podemos considerar anómalas dado lo ocurrido en la mayor parte del país indagamos sobre la calidad de la democracia en Hidalgo en su dimensión electoral la identidad partidaria de los hidalguenses y la permanencia del corporativismo y el clientelismo. Los resultados muestran que la Entidad posee una calidad de la democracia aceptable que no puede dar cuenta de la ausencia de alternancia a nivel estatal. Existe sin embargo una identificación fuerte de los votantes con el PRI estatal aunque no mayoritaria y permanencias de corporativismo y clientelismo. Ambos aspectos nos explican en buena medida por qué el PRI sigue siendo un partido hegemónico en Hidalgo.